Los datos de los primeros siete meses del año parecen confirmar esa proyección pues las ventas se redujeron un 8.7%. Estas totalizaron 6,036 este año, que fueron 573 menos que las 6,609 del 2022.
La venta de viviendas en Puerto Rico se reducirá durante los años 2023 y 2024, por causa de los numerosos retos que enfrenta este sector y su mercado, proyecta la empresa Estudios Técnicos Inc. (ETI) en un reciente análisis de esta actividad económica.
Concluye dicho análisis que la inflación y las alzas en las tasas de interés hipotecarias serán los factores determinantes de estas ventas en ambos años.
Los datos de los primeros siete meses del presente año calendario, -enero a julio de 2023-, parecen confirmar esa proyección pues las ventas se redujeron un 8.7%. Estas totalizaron 6,036 este año, que fueron 573 menos que las 6,609 del 2022.
“Los precios más altos de las viviendas y de las tasas de interés están afectando la accesibilidad y la demanda en el mercado de residencias”, sostiene el análisis presentado por el presidente de ETI, el economista Graham Castillo, ante la Mortgage Bankers Association of Puerto Rico (MBA).
Otros factores que impactan el mercado de vivienda, agregan, son los altos costos de construcción y del financiamiento interino, que afectan mayormente al principal mercado local que es de de $200,000 o menos.
Se advierte, por otra parte, que en el largo plazo el envejecimiento de la población de Puerto Rico y la reducción de adultos jóvenes continuará restringiendo la demanda, y cambiando las necesidades de viviendas, aunque mejorará el inventario de residencias usadas o existentes.
Resaltan el dato de que la proporción de la población de la Isla mayor de los 55 años de edad aumentó a un 42.9% en el 2020, cuando ese grupo representaba solo el 28.6% en el año 2000.
Otros datos que resaltan es que el 66.8% de las ventas durante esta primera parte del año fueron de residencias con precios menores de los $150,000.
También que los programas gubernamentales continuarán apoyando nuevos desarrollos y estiman que el programa de CDBG-DR aumentará el poder adquisitivo de entre 12,000 a 15,000 participantes, mientras que el de Asistencia Directa al Comprador, con su asignación de $495 millones, podrá potencialmente ayudar a entre 15,000 a 17,000 hogares.
Las políticas públicas deben ser sensitivas a los retos de la industria y proveer un marco para atender la situación de vivienda”, agregan.
El análisis se fundamenta en varios supuestos económicos que incluyen que la economía de Puerto Rico es más pequeña, pero está mejorando; que el mercado laboral está saludable; y la inflación está finalmente cediendo, pero los altos precios siguen impactando al consumidor.
“El crecimiento económico durante el resto de la década estará apoyado por el gasto de la reconstrucción”, añaden, y estiman en $73,174 millones los fondos federales que podrían llegar durante ese periodo.
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